sNo podíamos faltar.
Este 25 de noviembre juntos dejamos escuchar nuestras voces, nuestros deseos de que nunca más ninguna mujer sea maltratada, menospreciada, ninguneada, ni física ni emocionalmente.
Sindicatos y partidos democráticoss participamos en esta manifestación reivindicativa hasta la plaza del Ayuntamiento, donde dejamos en el suelo la silueta de todas las mujeres asesinadas este año a la vez que leíamos sus nombres.
En mi caso fue Josefa García, un nombre tan común en este país como el mismo hecho de ser maltratada.
En una reunión con mujeres agricultoras de África hice mención a prestarles alguna ayuda como europea concienciada de sus problemas de género. Para mi estupor, una africana me abrazó y comentó que desde África conocían que España era el país donde más mujeres eran asesinadas al año por esta causa.
